Cómo ganaba dinero El Lobo de Wall Street: estafa explicada

La cultura popular ha contaminado tanto la imagen que tenemos del Lobo de Wall Street que ni siquiera sabemos qué hizo realmente. ¿Por qué fue a la cárcel? ¿Por ser buen vendedor? ¿Porque vendía penny stocks a sabiendas de que eran basura? 

No realmente. Hoy vamos a desentrañar los esquemas fraudulentos de pump and dump del verdadero lobo de wall street.

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El Pump and Dump del Lobo de Wall Street

Eh, bro, véndeme este boli. Lo cierto es que esta escena es la que se le ha quedado a la gente grabada después de ver la peli. Y eso es malo porque cuando terminas la película te quedas con la sensación de que Jordan Belfort era un muy buen vendedor, muy avaricioso, sí, y que a lo mejor no actuó de manera muy ética vendiendo basura a la gente, pero, vamos, se le perdona por todo lo que consiguió. Por algo ahora da charlas y cursos para enseñar a la gente a vender. 

Mal. Esta es la imagen que tenemos de él porque en la película no se explica correctamente lo que Jordan y sus trabajadores hacían en Stratton Oakmont. Spoiler: estafar a la gente.

Stratton Oakmont logo
El Lobo de Wall Street compró y dirigió Stratton Oakmont

Para entender la estafa necesitamos aclarar algunos conceptos. Para empezar: Belfort utilizaba los llamados penny stocks para timar a la gente.

Estos penny stocks, eran acciones que valían menos de cinco dólares, y podían valer unos pocos centavos. Además, las acciones que usaba El Lobo de Wall Street no se compraban en una bolsa de valores pública y regulada, sino que era lo que se conocía como pink sheet. Esto viene de que hace años este tipo de valores salían en una lista de color rosa. 

La característica de estos pink sheets es que se negocian over the counter, OTC. Traducido literalmente sería sobre el mostrador, pero mejor, expliquémoslo. 

El mercado OTC (Over The Counter) y las Pink Sheets

Imagina que son los años 90, eres un leñador de Wisconsin y quieres comprar unas acciones. Llamas a tu broker por teléfono y le dices que quieres 200 de IBM. En el fondo eres un tiburón. Tu broker realizará esta operación en el New York Stock Exchange, donde cotiza IBM. El New York Stock Exchange es la mayor bolsa de valores del mundo y  tiene miles de valores con los que operar. Estos suelen ser acciones de empresas grandes, que cumplen con un mínimo regulatorio, en el caso de Estados Unidos rinden cuentas ante la SEC.

Pero recuerda que eres un tiburón, y, justo antes de hablar con tu broker, cae ante ti una hoja de color rosa. Una pink sheet. Esa hoja contiene un listado de empresas cuyas acciones puedes comprar fuera de bolsas de valores como el New York Stock Exchange: esto es lo que se conoce como Over The Counter.

Algunas de sus acciones son penny stocks, acciones por debajo de los 5 dólares y que pueden valer incluso céntimos, y sobretodo, al estar fuera de bolsas de valores como la de Nueva York, no tienen las mismas obligaciones regulatorias como las empresas que sí están en la bolsa de valores.

En concreto, estas empresas no están obligadas a hacer pública su información financiera actualizada. 

pink sheets acciones
El Lobo de Wall Street comenzó vendiendo acciones de Pink Sheets

Pero por ahora quédate con estas dos cosas: que las acciones sean pink sheet significa que se negocian fuera del mercado bursátil, y que sean penny stocks, significa que su precio es menor de 5$.

Volvamos al bueno de Jordan y su aventura en Stratton Oakmont. 

Cuando una empresa quería conseguir financiación podía cumplir los mínimos y las obligaciones regulatorias y salir a bolsa, o podía saltarse todo eso y hablar con una casa de corredores de valores para vender sus acciones Over The Counter. Y esa casa de corredores de valores era Stratton Oakmont.

Jordan hablaba con la empresa que quería vender sus acciones y les decía: yo os los vendo, y me quedo con un buen porcentaje.

En una operación legal, ese porcentaje sería lo que le da el beneficio al broker. Y Jordan se llevaba suculentos porcentajes, hasta el 50% de la operación. Esto ocurría en el mercado OTC, mientras que en una bolsa de valores pública, el broker se llevaba un 1% y la bolsa otro 1%. Pero ahí no estaba la miga. La segunda parte de la trama consistía en reunir su grupo de brokers a los que había entrenado en técnicas de venta agresivas por llamada, y ponerlos a vender.

Pero espera, que hay algo más. Antes de ordenar a sus brokers empezar a hacer llamadas, lo primero que hacía era vender las acciones a lo que llamaba sus “rat holes”. No sé cómo traducir esta expresión. Se trataba de gente de confianza pero sin ninguna relación, en apariencia al menos, con Jordan ni con Stratton Oakmont. Se quedaban ellos con las primeras acciones, y, luego ya, sí, los brokers empezaban a llamar y a vender. Cuanto más vendían más subía el precio y por lo tanto más fácil era vender diciéndole al primo que esa acción había doblado su precio la última semana.

Y eso no era mentira porque estas penny stocks además de valer muy poco tenían una muy baja market cap. o capitalización de mercado, que es una medida de la dimensión económica de una empresa. Básicamente es el precio de la acción multiplicado por el número de acciones. Cuanto más market cap tenga un valor más difícil de manipular es. Tú no puedes manipular el precio de Santander diciéndole a tus amigos que compren Santander porque tiene una capitalización de mercado de casi 50 mil millones de euros. 

Necesitarías un volumen de compra gigantesco para manipularlo. Las acciones con las que trabajaba Jordan Belfort solían tener menos de 100 millones de capitalización de mercado, y eso sí que podían manipularlo.

Los brokers seguían llamando y vendiendo acciones a los primos mientras el precio subía hasta llegar a donde quería Jordan. Entonces los rat holes empezaban a vender en lo más alto del gráfico. Al tener una baja capitalización esto se veía directamente reflejado en el precio de las acciones, que se hundían rápidamente. 

Si algún primo se daba cuenta y llamaba para vender, Jordan les daba una simple orden a sus brokers: no coger el teléfono. Recordemos que era una operación Over The Counter, los primos no podían acudir a ningún Exchange, era un negocio entre ellos y Stratton Oakmont, y si nadie les cogía el teléfono, nada podían hacer. Para cuando se daban cuenta ya lo habían perdido todo.

Entonces los rat holes se quedaban con una parte y le daban el dinero a Jordan. 

Así es como funcionaba su estafa. Esto es lo que se conoce como un pump and dump, inflar y tirar, y como veis, es algo bastante más chungo que “ser un vendedor tiburón”.

Por cierto, el pump and dump está hoy más vivo que nunca ya que el mercado crypto está lleno de activos con las características perfectas para ello: shitcoins que no valen ni céntimos, los cuales podríamos comparar los penny stocks, de muy baja capitalización, lo que los hace muy manipulables, y todo esto, por supuesto, en un contexto sin ningún tipo de regulación. Tened cuidado con esto.

Pero volvamos con Jordan Belfort porque todavía tenía que hacer la estafa suprema.

La estafa de las IPO: Initial Public Offering

Jordan Belfort se estaba forrando con sus pump and dump en el mercado Over The Counter, y le iba bien, ya que así evitaba las regulaciones a las que se someten los mercados públicos

Pero, tal vez por avaricia, también se arriesgó y probó su esquema en la bolsa de valores regulada. Esto lo hizo mediante IPOs, Initial Public Offering, o en castellano, Oferta Pública de Venta, OPV, que consiste en el lanzamiento de las acciones de una empresa en bolsa. Básicamente, lo que se dice salir a bolsa. 

Cuando Jordan estaba a punto de sacar una empresa a bolsa, les decía a sus “rat holes” que comprasen acciones de esa empresa. 

Entonces, después de que los “rat holes” adquirieran las acciones, Jordan sacaba la OPV y mandaba a su ejército de brokers a vendérselo a todos sus contactos. Esto hacía que el precio comenzase a subir, pero como esta vez la empresa estaba dentro de una bolsa de valores, esto atraía a otros inversores que veían que una OPV la estaba petando y entraban a comprar. 

Entonces, cuando el precio subía lo suficiente, los rat holes vendían retirando ganancias. Básicamente era el mismo esquema de pump and dump que hacía en el mercado extrabursátil, pero arriesgándose a hacerlo en el mercado regulado.

El Lobo de Wall Street se encargó de la IPO de Steve Madden

el verdadero lobo de wall street
El verdadero Lobo de Wall Street con su mujer Nadine

Esto lo hizo con la salida a bolsa de Steve Madden, el diseñador de zapatos de moda, y, bueno, Steve Madden terminó en la cárcel por esto.

Jordan Belfort también terminó en la cárcel, condenado por manipulación de mercado de valores, fraude y blanqueo de dinero. Tan solo estuvo 22 meses y casi que parecía un hotel.

Pero a lo que voy es: el cine crea símbolos, y Jordan Belfort se ha convertido en el símbolo de la ambición. Él es el mito del tiburón, y es curioso que quienes se identifican con ese mito sean los más propensos en caer en sus trampas.

Las estafas de pump and dump están hoy más presentes que nunca en el mundo de las criptomonedas. Pero no solo eso, la estrategia del Initial Public Offering se ha transformado ahora en Initial Coin Offering, o Initial Dex Offering. Lo que hacía Belfort pero con criptomonedas.

Por poner un ejemplo, este es el gráfico de la IDO de Waves Exchange. A muchos influencers en España les pagaron para promocionar la salida del token WX, a saber quién está detrás de esto.

Creo que podríamos hacer el símil de los influencers como los brokers que venden por llamada, y el bloqueo de los token como el teléfono que no coge las llamadas.

Pero lo que yo me pregunto es cuántos de los que entraron aquí han visto la película del Lobo de Wall Street y se han visto identificados con el mito del tiburón, pero se han visto incapaces de detectar que podrían estar entrando en un esquema típico del propio Jordan Belfort.

Creo que ahí es donde la película ha fallado. Evidentemente, cada uno es responsable de sus acciones, pero mitificar a personas que han cometido delitos con voice over a lo Scorsese, también puede tener consecuencias.

Espero que al menos este vídeo sirva para concienciar a los que están en el mundillo crypto. Cuando un bot te hable por instagram diciendo que entres en un telegram porque vais a pumpear una moneda, acuerdate de Jordan Belfort, pero no el de la imagen de tiburón que te han vendido, sino del estafador. Los rat holes ya han entrado y tú eres el primo al que llaman los vendedores. 

Cuando te hablen de una ICO o una IDO, alerta, hasta el propio Jordan Belfort ha dicho que las ICO son una estafa masiva de primer orden.

Claro, él tiene experiencia en ello.

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