2013. Bibilioteca Pública de San Francisco
Un joven de pelo castaño, de 29 años, se sienta en una esquina con su portátil. Por su aspecto ordinario, vestido con una sudadera, podría ser un estudiante aprovechando el wifi de la biblioteca pública. Pero no todo es lo que parece. Su nombre es Ross Ulbricht, y es el creador del mayor mercado negro de la Dark Web: Silk Road. Un negocio que ha revolucionado el narcotráfico y que mueve más de mil millones de dólares.
Por desgracia para Ross, nada a su alrededor es tampoco lo que parece. La pareja que discute a su lado: agentes del FBI. La mujer asiática sentada detrás de él: agente del FBI. Toda la biblioteca está llena de agentes encubiertos del FBI.
Su misión: quitarle el portátil antes de que pueda reaccionar y detenerlo. Si Ross llega a sospechar podría cerrar el portátil encriptando la información y echando al traste meses de investigación en el que han trabajado el FBI, la DEA, y el IRS.
La operación debe ser ejecutada con rapidez…
Otras historias de interés: Bernard L. Madoff: ascenso y caída de la mayor estafa ponzi de la historia
Índice
¿Quién fue Ross Ulbricht?
Ross William Ulbricht nació en la década de los 80 en Austin, Texas. Fue un boy-scout y un muy buen estudiante.
Era de los que sacaban siempre sobresalientes. Incluso le dieron una beca completa para estudiar Física en la Universidad de Texas.
Cuando terminó el grado se mudó a Pensilvania a realizar un master en ciencias de materiales e ingeniería. Fue en esa época cuando algo empezó a removerse dentro de Ross. Para empezar había empezado a explorar con psicodélicos y se interesó por la filosofía oriental. Esto se juntó con que el trabajo en el laboratorio se le estaba haciendo pesado, monótono, y estaba empezando a desencantarse de la ciencia.
Pero la gota que colmó el vaso fue su creciente interés en la política, y, sobre todo, en las ideas libertarias de Ludwig Von Mises, economista austriaco.
Von Mises defendía, entre otras cosas que: “una vez que se admite el principio de que es obligación del gobierno proteger al individuo de su propia estupidez, no pueden darse objeciones serias contra posteriores limitaciones”.
En general para los libertarios que el Estado intervenga en las libertades o decisiones del individuo es un problema. Esto también incluye el consumo de drogas. Von Mises decía, al igual que otros libertarios, que la prohibición de las drogas por parte del Estado solía abrir una caja de pandora de otros peligros. Ejemplo de esto es que mientras consumimos libremente drogas legales como el alcohol, que cumple con ciertos estándares que dependen de regulaciones, quien consume drogas ilegales se ve expuesto a sustancias contaminadas, se convierte en delincuente y además aumenta el riesgo por la necesidad de adquirirlas en el mercado negro. Por no hablar de que en este contexto surgen mafias que actúan con violencia.
En este caso la prohibición por parte del Estado podría acarrear más problemas que soluciones.
Estas ideas fueron calando en Ross mientras terminaba el máster. En 2009 regresó a Austin, Texas, junto con su novia que había conocido en Pensilvania, Julia Vie. Estaban muy enamorados pero pronto empezaron a discutir. Discutían sobre política, ella era demócrata, discutían sobre el dinero y discutían sobre la vida social, ya que ella era más fiestera que él.
A todo esto había que sumarle que Ross tenía una necesidad de emprender dentro. Había dejado su futura carrera como científico para crear algo. Probó con el daytrading pero fracasó. Lo intentó con una compañía de videojuegos y volvió a fracasar. Era una mala racha y su relación con Julie se rompió.
Probablemente lo que le salvó en esa época fue un vecino que le ofreció trabajo en , una tienda que vendía libros de segunda mano por internet. Ross creó la página web de la tienda, aprendió de logística y programó un script que determinaba el precio de un libro basado en su puntuación en Amazon.
Ross era un hombre inteligente, iba aprendiendo por el camino, y mezcló lo que aprendió en la tienda de libros con algo que había descubierto en su época de trader: bitcoin. La moneda descentralizada, anónima y que tan bien encajaba con sus ideas libertarias. Su creatividad se disparó, y escribió en su diario:
“La idea era crear una página web donde la gente podría comprar cualquier cosa de forma anónima, sin ningún rastro que los pudiera delatar”.
Lo llamó Underground Brokers. Pero ese era un nombre sin pegada. Así que lo cambió: Silk Road. La ruta de la seda.
Lo primero que necesitaba era una web. Una de las cosas más fascinantes de esta historia es que Ross ni siquiera era un programador de profesión, es decir, él iba aprendiendo de forma autodidacta. Al principio tuvo la ayuda de un amigo que era ingeniero de software, pero él se encargó de prácticamente de todo. La web fue lanzada en febrero de 2011, cuando Ross tenía 26 años.
Un día apareció un hacker con buenas intenciones y le señaló algunas vulnerabilidades de la web, le dijo: esto es una mierda amateur. Pero la cuestión es que funcionaba.
Lo segundo que necesitaba era un producto inicial para vender en la web: setas alucinógenas. Las cultivó él mismo en una cabaña. Lo tercero: el marketing. Se metió en el foro shroomery.org y escribió un post haciéndose pasar por un cliente de Silk Road:
Me he topado con esta página llamada Silk Road. Es un servicio oculto en la red Tor en el que se afirma que puedes comprar y vender cualquier cosa online de forma anónima. Estoy pensando en comprar, pero quería saber si alguien aquí lo conocía y lo recomienda.
Era simple, spam, clásico. Pero funcionó.
Pronto vendió todas las setas que había cultivado. Pero el verdadero éxito fue cuando otros vendedores empezaron a utilizar Silk Road para vender su propia mercancía. Vendían hierba, estimulantes, benzodiazepinas, cualquier tipo de droga. Por cada transacción Silk Road se llevaba una comisión, entre el 8 y el 15% que pronto le darían cerca de 25.000 dólares mensuales.
La mala racha había terminado. De hecho, había vuelto con Julie, aunque cuando le contó en lo que se estaba metiendo, ella no debió de tomárselo muy bien y pronto volvieron a cortar.
Pero daba igual. Silk Road crecía rápidamente. Un día un usuario llamado “Nob” se le presentó como un narcotraficante puertoriqueño interesado en comprar Silk Road. Le ofreció mil millones de dólares. Ross Ulbritch los rechazó. Su respuesta fue la siguiente.
“Esto es más que un negocio para mí. Esta es una revolución y se está convirtiendo en el trabajo de mi vida”.
Igualmente, ese usuario llamado “Nob”, tras el cuál se escondía un narcotraficante puertorriqueño, era el único con el que podía hablar sobre la carga que conllevaba administrar un sitio como Silk Road, llevando una doble vida, mintiendo y contándole a la gente que se dedicaba al day-trading.
Lo que no sabía era que detrás de “Nob”, en realidad, se escondía el agente Carl Mark Force IV, un agente de la DEA.
Operation Onion Peeler, la primera investigación TOR del FBI
Silk Road no pasó desapercibido para las fuerzas de seguridad de los Estados Unidos. Empezaron a detectar que la gente estaba enviando drogas por correo postal y pronto vieron que el problema provenía del sitio web de la deep web: Silk Road.
El agente Carl Force, de la DEA, comenzó su investigación haciéndose pasar por el usuario Nob, un narcotraficante puertorriqueño. Pero no solo la DEA estaba tras la pista de Ross: en junio de 2011 el Senador de los Estados Unidos, Charles Schumer, convocó una rueda de prensa para denunciar la web de Silk Road. Estaban alarmados. El FBI comenzó también a investigar. Y hasta despertó el interés del ISR.
El encargado de la investigación por parte del FBI fue Chris Tarbell, un agente joven, de los que llevan dentro el ser policía. Trabajador y de cabeza cuadriculada. Se despertaba a las 4:30 de la mañana para estar en el gimnasio a las 5, entrenar, ducharse y estar sobre su escritorio para las 7AM.
Le costaba entender la programación y aún así se sacó una maestría en ciencias de la computación (informática) porque sabía que por ahí iría el futuro de la investigación policial.
Llegó hasta la división de cibercrimen del FBI, y cuando llegó a su mesa el caso de Silk Road, decidió agarrar al toro por los cuernos y abrir una investigación. Se llamó Operation Onion Peeler. Algunas fuentes dicen que esta operación se creó en septiembre de 2012 y otras en febrero de 2013, pero realmente no importa. La cuestión es que fue el primer caso del FBI en el que se investigaba una web en la red Tor.
Para hablar de Tor primero tenemos que hablar sobre Dark Web. Digamos que en internet, todas las páginas por las que navegas están indexadas por los buscadores. Eso significa que cuando buscas una página en google te sale en los resultados. Porque está indexado.
Pero a parte de todas las páginas por las que navegas hay muchas otras que no están indexadas. Esto es la Deep Web, la web profunda. Aquí entra todo lo que no se indexa, desde páginas protegidas por un muro de pagos, hasta correos electrónicos privados.
Pero dentro de la Deep Web tenemos algo más: la Dark Web. Son páginas que están intencionalmente ocultas de los motores de búsqueda, usan direcciones IP enmascaradas y hace falta un software específico para acceder a ellas. Y ahí es donde entra Tor: un software de código abierto creado por la Marina de los Estados Unidos.
Se trata de una red que utiliza un enrutamiento diferente al habitual, uno que envía los datos por un camino no directo, pasando por diferentes nodos calculando una ruta más o menos aleatoria.
Por motivos evidentes no entraremos en la parte técnica. La cuestión era que para cualquier investigación, toparse con una IP de Tor era un quebradero de cabeza.
Normalmente, cuando en una investigación llegaban a una IP de Tor daban por sentado que se encontraban ante un callejón sin salida, y solían rendirse. Pero el agente Tarbell, con su cabeza cuadriculada, pensó: “Voy a ir a por TOR”. Formó un grupo o cybersquad, de agentes especializados para un caso como este.
Entre ellos se incluían Ilwan Yhum, especialista en bitcoin, había asistido a la primera conferencia de bitcoin, y Tom Kiernan, el veterano que entendía cómo funcionaban todas las máquinas. El hombre que probaría las defensas de Silk Road.
Quién fue Dread Pirate Roberts
Desde la creación de su obra las cosas le iban bien a Ross, al menos en lo económico. Estuvo un tiempo en Australia, por algunos países de Asia… Era lo que hoy conocemos como nómada digital. Esto significa que solía trabajar con su portátil, un Samsung 700Z, sentándose en cafeterías. Aunque siempre con tensión, sentándose en las esquinas y bajando el brillo o apagando la pantalla cuando alguien pasaba por detrás, para asegurarse de que nadie viera lo que estaba haciendo en realidad.
Quién sabe lo que le podría haber pasado de ser detenido en algún país asiático en el que el tráfico de drogas estuviera penado con la muerte.
Ross tuvo que acostumbrarse a llevar una vida doble y a mentir. A la gente a la que conocía solía decirle que era daytrader, claro que, esa necesidad de ocultar su verdadera vocación le obligaba a mantener las relaciones en la superficialidad.
Por si eso fuera poco, a la par que crecía Silk Road tuvo que enfrentarse a un dilema ético bastante importante: un día vio que un usuario había puesto a la venta heroína.
En un principio había creado Silk Road para vender setas alucinógenas, marihuana, cocaína… Solo era cuestión de tiempo que llegara la heroína. Eran otras palabras, pero Ross estaba convencido de su idea de mercado libre. Siguió adelante, pero luego aparecieron armas, veneno… Órganos.
Al parecer, un correo llegó a Silk Road, por parte de un usuario que quería vender riñones, hígados y otras partes del cuerpo humano. Por supuesto, añadió, que todas estas ventas serían consensuadas entre compradores y vendedores.
Algunos usuarios eran puristas que exigían un mercado 100% libre: ¿si se podía vender heroína, por qué no un riñón? Tal vez una familia que no podía conseguir un hígado para su hijo moribundo en el sistema sanitario estadounidense, querría pagar 100.000 dólares para conseguirlo en la Dark Web.
Ante esto Ross tuvo que reaccionar, había que definir qué se podía y qué no se podía hacer. El experimento libertario necesitaba un guía; un líder. Hasta entonces Ross se comunicaba por el usuario del administrador, pero esto era demasiado importante. Un líder necesitaba un nombre, así que lo creó. Se llamó Dread Pirate Roberts, o DPR.
Y escribió un código de conducta: Nada de pornografía infantil, objetos robados ni títulos o identidades falsas. Escribió: “Nuestras reglas básicas son tratar a los demás como te gustaría que te tratasen y no dañar o estafar a nadie”. Se basaba en el Principio de No Agresión.
En lo que respecta al usuario que quería vender órganos en Silk Road, la respuesta de Ross fue la siguiente: “sí, si el origen (de los órganos) consiente, ok”.
La creación de Silk Road le llevó a Ross Ulbricht a debatirse siempre entre lo que está bien y lo que está mal. Fue curioso que una de sus series favoritas fuera Breaking Bad, donde un profesor de química comienza con una buena intención, ganar dinero para su familia sabiendo que le queda poco tiempo de vida, pero poco a poco va tomando decisiones terribles que lo convierten en un villano.
Dejando atrás los dilemas éticos, Silk Road se había convertido en el Amazon de la Dark Web. Cada producto iba con su descripción y los usuarios podían valorarlos, lo que evitaba estafas y penalizaba productos de mala calidad. Por ejemplo, un usuario llamado Ivory observó de un cristal de MDMA que “it had a nice fisp and wizz of smoke”, que traducido significa algo así como que le pegó bastante bien.
A todo esto Ross regresó a Estados Unidos. Se asentó en San Francisco, en un piso compartido, y volvió a pasar un tiempo con Julie. Se hizo amigo de sus compañeros de piso, salía con ellos y, mientras su negocio secreto se convertía en unicornio, él vivía como un joven normal, felizmente ordinario.
Despreocupado, entre otras cosas, por el acertado nombre que había elegido para el administrador de Silk Road: Dread Pirate Roberts. En la película La Princesa Prometida, Dread Pirate Roberts no es una única persona, sino una identidad que se va pasando de uno a otro cuando se pasan la máscara del pirata.
La elección de ese nombre era una tapadera: si algún día le pillaban, si le delataba Julie o su amigo programador, confesaría que él había creado Silk Road pero que luego lo había vendido. Así, el usuario Dread Pirate Roberts podría haber sido él al principio, pero después habría pasado de administrador a administrador, como la máscara del pirata en La Princesa Prometida.
Era una idea brillante. Se sentía invencible.
Mientras tanto, en Nueva York, en la sección de cibercrimen de las oficinas del FBI, el agente Tarbell y su cybersquad observaban un monitor exaltados. Había un número en la pantalla: 62.75.246.20. Acababan de conseguir la dirección IP de Silk Road.
Policias corruptos detienen a Curtis Green
2013, ciudad de Spanish Fork, Utah.
Curtis Green desayuna una botella de Coca Cola y un puñado de mini donuts tirado en su sofá. Le acompañan sus dos chihuahuas. Escucha un ruido en la puerta. Se asoma a la ventana y ve cómo un repartidor de correos sale corriendo. Es raro. Le ha dejado un paquete del tamaño de una enciclopedia en la puerta. Curtis sale a recogerlo y observa que frente a su casa hay una furgoneta blanca, sin logos ni ventanas. Eso también es raro. Vuelve a casa y cierra la puerta. Coge unas tijeras y hace una raja al paquete. Un pequeño humo de polvo blanco flota hacia su cara.
De repente, Curtis escucha un golpe. Cae la puerta principal. Se gira y puede ver al equipo de SWATs con el ariete que acaba de tirar su puerta. Los hombres armados entran, derriban y detienen a Curtis mientras los chihuahuas intentan sin mucho éxito defender a su amo.
Le acaban de pillar con un kilogramo de cocaína.
Ya en la furgoneta, Green suplica a los agentes: “Por favor, no me metáis en la cárcel. Lo sabe todo sobre mí. Este tío tiene millones. Podría hacer que me maten”.
***
Curtis Green se había registrado en Silk Road bajo el nombre de Chronicpain. Había escogido ese nombre porque sufría dolores crónicos por una lesión en la espalda que tuvo cuando trabajaba como paramédico. Tuvo que coger la baja por invalidez, así que aprovechó ese momento para formarse y convertirse en prácticamente un farmacéutico amateur. Habilidades más que útiles en una web como Silk Road, así que, tras previa aprobación de DPR, Chronicpain inició el foro “Salud y bienestar” de Silk Road. Ahí aconsejaba sobre el consumo seguro de drogas. Les explicaba cómo esnifar efedrina, desaconsejó el fentanilo para los no iniciados y explicó que no es buena idea inyectarse heroína en el ojo.
Un día, DPR le mandó un mensaje: “Quiero que sepas que tu trabajo no ha pasado desapercibido. Me gustaría ofrecerte un trabajo”. Se trataba de una oferta para ser un administrador del servicio de atención al cliente. También tendría otras funciones como cambiar contraseñas. Green aceptó, pero antes de darle el trabajo, DPR le exigió una prueba de lealtad: le pidió que le mandara una copia escaneada de su carnet de conducir. Así Curtis quedaría expuesto, mientras que DPR seguiría en las sombras.
Curtis aceptó, y terminó siendo uno de los más leales trabajadores de Silk Road.
Cuando el equipo de SWATs entró en casa de Curtis, iba acompañado de agentes de la DEA. Se trataba de la Operación Marco Polo. Había muchas agencias detrás de Silk Road, y al igual que el FBI había iniciado la Operación Onion Peeler, la DEA había iniciado la Operación Marco Polo, orquestada por este homb re: Carl Mark Force IV. También conocido como el usuario “Nob”, en Silk Road, el supuesto narcotraficante puertoriqueño que hablaba con DPR por medio de Torchat.
Fue él quien había organizado el envío de la cocaína a Curtis Green ese día para pillarle con las manos en la masa. De todas formas no tuvo que presionar mucho para que Curtis empezara a hablar. Les contó que solo quería ayudar, que era un antiguo paramédico, que pensaba que el paquete contenía otra droga legal llamada N-bomb… Y ya cuando se calló, el agente Carl Force le dio su número y le dijo que le llamara cuando saliera del calabozo.
Mientras tanto, Ross se había dado cuenta de que Chronicpain no estaba atendiendo a su trabajo como administrador del servicio de atención al cliente. Le escribía que se pusiera en contacto con él lo antes posible, pero no respondía. Al final fue una búsqueda en google lo que le reveló dónde estaba Curtis Green, alias Chronicpain: detenido por la DEA.
Por si eso fuera poco, recibió un mensaje por parte de otro de sus trabajadores, de nombre de usuario “Inigo”. Resulta que habían desaparecido 350.000 dólares en bitcoin de varias de las cuentas de Silk Road, e Inigo había rastreado los movimientos hasta la cuenta de Curtis Green.
Ross se puso nervioso. Habían detenido a uno de sus trabajadores más leales, y no solo sospechaba que podría cantar (que, para entonces evidentemente ya había dicho todo lo que tenía por decir), sino que resultaba que Curtis también le había robado.
En ese momento se le ocurrió hablar con alguien que pudiera ayudarle en un tema delicado como ese, y pensó en el narcotraficante puertorriqueño: nob. Le dijo que tenía un problema en Utah que requería de violencia. Le mandó un pdf. Era el carnet de conducir de Curtis Green, el cual se sentaba justo en frente de él. Porque, recordemos, Nob siempre fue en realidad el agente Carl Mark Force.
NOB: Quieres que le den una paliza? Un disparo o una visita pagada?
DREAD: Me gustaría que le dieran una paliza. Luego que lo fuercen a devolver los bitcoin robados.
DREAD: No sé muy bien cómo funcionan estas cosas.
Nob aceptó el encargo, por lo que el agente Force, junto con otro compañero, cogió a Curtis Green y le hizo firmar una renuncia de responsabilidad. Grabaron una escena falsa en la que le metían la cabeza en un retrete y le ahogaban para enviarselo a DPR.
La cuestión es que mientras esperaba noticias de Nob, DPR habló con otro usuario que le había guiado en algunos aspectos de la web, Cinamon. Este le preguntó sobre cuándo una transgresión contra Silk Road necesitaría una respuesta letal, y esto debió de hacer reflexionar a DPR porque decidió volver a escribir a Nob.
DREAD: Ok, bueno puedes cambiar la orden a ejecución en lugar de tortura?
DREAD: Estuvo dentro por un tiempo, y ahora que lo han arrestado tengo miedo de que cante.
DREAD: Nunca había matado a un hombre ni lo había ordenado antes, pero es lo correcto en este caso.
DREAD: ¿Cuánto costará?
DREAD: ¿Aproximado?
DREAD: ¿Menos de 100k?
DREAD: ¿Has matado o has hecho matar a alguien antes?
El agente Force había hablado con DPR durante un tiempo y había podido ver su evolución hasta ese punto: ordenar el asesinato de un hombre. Era como la historia de Walter White en Breaking Bad.
Force organizó con sus compañeros una artimaña para fingir la muerte de Curtis Green. Sacaron fotos de Curtis en el suelo, pálido y bocabajo y se los envió a DPR.
Por el trabajo mandó 40.000 dólares por anticipado a una cuenta por la policía. No recuperó el dinero robado, pero mandó otros 40.000 dólares tras ver las fotos.
Nob le escribió:
NOB: ¿Estás bien?
DREAD: Me jode tener que haberlo matado.
DREAD: Pero lo hecho hecho está.
Cómo atraparon a Ross Ulbricht
Nueva York, oficina del FBI
El agente Chris Tarbell observa en la pared la pizarra de más de dos metros. Se trata de un mapa visual que tiene un servidor en Islandia en el centro, y de ahí salen líneas que lo relacionan con diferentes pruebas como direcciones IP, servidores Proxy o VPNs.
Una de las conexiones de la pizarra lleva a una dirección IP. Es la última dirección en ingresar en la VPN de Silk Road. Chris Tarbell coloca un post-it en la pizarra, justo al lado de la dirección IP: Café Luna, Sacramento Street, San Francisco.
***
La primera pista que había conseguido la cybersquad del FBI era la dirección IP del servidor de Silk Road, un servidor que se encontraba en Islandia. El agente Tarbell viajó a Islandia, a las oficinas de Thor Data Center, un centro de datos que aprovecha la energía geotérmica del país para alimentar sus servidores. Ojo, pese a llamarse Thor, es con th, no tiene nada que ver con el navegador Tor sin h.
Allí, el FBI pudo hacerse con una copia de la unidad que guardaba Silk Road.
Por motivos evidentes en este canal no podemos entrar a valorar la parte técnica de la investigación cibernética del FBI. Pero vamos a destacar que el FBI encontró en el servidor de Silk Road un ordenador a nombre de Frosty.
Esto es importante, porque el FBI colaboraba con agentes de otras agencias. Y un día, en una reunión, pudieron hablar con Gary Alford, del IRS.
Resulta que Gary Alford no tenía los conocimientos ni los recursos del FBI, pero eso no le detuvo para investigar quién se escondía detrás de Silk Road. Su sofisticado método de investigación fue: buscar en google. Buscó cuándo fue la primera vez que se habló en internet sobre Silk Road, y llegó a la publicación en el foro shroomery.org, en el que un usuario llamado Altoid publicaba un post que spameaba sobre Silk Road.
Entonces buscó sobre Altoid y lo encontró en varios foros. En bitcointalk.org había publicado una oferta de trabajo y puso como contacto rossulbricht@gmail.com. También había escrito un post en StackOverflow con el mismo email. Pero la clave fue que en esta ocasión había cambiado el nombre de usuario a Frosty.
Al final no fue la cybersquad del FBI quien consiguió la clave para encontrar al creador de Silk Road, sino Gary Alford, un agente de la IRS.
Lo que tal vez no sepáis es que la IRS no es una agencia policial como el FBI o la DEA. IRS viene de las siglas Internal Revenue Service, en castellano: Servicio Interno de Impuestos. Prácticamente lo que para nosotros es Hacienda.
Es decir, al final, quién pilló al autor de uno de los mayores experimentos libertarios de la historia fue un inspector de Hacienda. Nadie escapa de Hacienda.
Tras el descubrimiento encontraron más evidencias sobre Ross. Resulta que unos meses antes, unos agentes de Seguridad Nacional habían investigado a Ross por un asunto de carnets de identidad falsos, pero el asunto quedó ahí. Cuando el FBI descubrió su nombre, vieron que su última residencia se encontraba a un par de bloques del Café Luna, en San Francisco, lugar donde se había conectado a la VPN de Silk Road.
Para asegurarse lo combinaron con investigación de campo. Lo siguieron durante días y pudieron ver que cuando Ross abría el portátil DPR se conectaba, y cuando Ross cerraba el portátil, DPR se desconectaba.
Lo habían pillado. Solo quedaba detenerlo. Y esto nos lleva a la escena de la Librería de San Francisco:
Ross se sienta en una mesa apartada. Abre su portátil. Parece un universitario pero no lo es. No sabe que está rodeado de agentes del FBI encubiertos. El agente Tarbell observa la escena desde la distancia. Sabe que solo tienen una oportunidad. Tienen que coger el portátil abierto, no pueden permitir que lo cierren. La pareja, que se encuentra detrás de Ross, ejerce una distracción. La mujer grita: ¡que te jodan! Y el hombre levanta el puño como si fuera a pegarla. Ross se gira, sorprendido, para ver la escena. Entonces otra agente del FBI que se sentaba frente a él se mueve rápidamente y… (pausa).
Vale, esperad. Ya sabéis qué pasó. La operación del FBI salió bien. Consiguieron coger el portátil abierto y pillar a Ross con las manos en la masa. Lo llevaron a juicio y de ahí a la cárcel. Pero hay algo de lo que no hemos hablado y es quizá más interesante en la historia: el dinero robado. ¿Qué pasa con los bitcoins que le habían robado a DPR?
La verdad sobre Silk Road: FreeRoss.org
Recordemos que DPR había ordenado el asesinato de Curtis Green cuando este desapareció junto con 300.000 dólares. Pero, ¿acaso había robado Curtis Green el dinero?
Cuando el agente Carl Force le dijo a Curtis que iban a tener que fingir su muerte, Curtis se quejó. Insistió en que él no había robado ningún dinero pero el agente Force no quiso hablar del tema. Con razón, porque fue él quien, tras detenerlo, había tenido acceso a su ordenador y había robado el dinero.
Lo hizo en colaboración con otro agente, Shaun Bridges, del Servicio Secreto. Estos dos policías corruptos enturbiaron el caso Silk Road más aún, si cabe.
La historia que hemos escuchado hasta ahora es la narrativa oficial, me he documentado sobre todo en una serie de reportajes de la revista Wired y otros medios que tenéis en la descripción. Pero creo que es legítimo hacer, al menos, referencia a la otra parte, porque esta historia también tiene otras aristas que se pueden leer en freeross.org.
Free Ross Ulbircht es una organización creada por la familia de Ross para divulgar su versión de la historia y buscar apoyo para Ross. Han conseguido que más de medio millón de personas firmen una petición de clemencia para Ross, y cuentan cómo su juicio y encarcelación están manchadas por más corrupción de la que se ha hablado.
Al parecer los agentes Force y Bridges chantajearon a DPR en más de una ocasión para que les pagara hasta 80.000$ en bitcoin a cambio de supuestamente informarle sobre cómo iba la investigación.
Estos agentes abusaron de su poder, pero la clave está en que esto salió a la luz siete semanas después de que terminara el juicio de Ross. Resulta que la fiscalía sabía lo que pasaba que estos dos agentes llevaban casi un año siendo investigados, pero hizo todo lo posible para mantenerlo en secreto y que no saltara en el juicio, y así fue.
Ross fue condenado a dos cadenas perpetuas más cuarenta años de prisión por participación en una empresa criminal, conspiración de narcóticos, conspiración para cometer lavado de dinero y conspiración para cometer piratería informática.
Los fiscales alegaron también que había ordenado el asesinato de seis personas, pero no llegó a ser acusado en el juicio y se quedó en nada. De hecho, nunca se demostró que hubiera ningún muerto.
La organización freeross asegura que se trató de una campaña de difamación, que se basaron en chats anónimos que nunca se probó que hubieran sido escritos por Ross. Y cabe destacar que el propio Curtis Green, supuestamente el primero al que ordenó asesinar DPR, es partidario de la liberación de Ross y así lo ha dicho en alguna entrevista.
Y llegados a este punto os tengo que recomendar que, si queréis indagar en esta historia, deberíais contemplar tanto la narrativa oficial como la de la organización freeross. Ahora, voy a mojarme un poco, y voy a dar mi opinión. Creo que está claro que es un caso muy manchado por la corrupción, incluso aparte de los dos policías corruptos que, por cierto, estuvieron por ello en la cárcel unos pocos años, la fiscalía también actuó de manera dudosa y que la sentencia sea tan extrema, de dos cadenas perpetuas más cuarenta años, es algo turbio.
Eso sí, una de las defensas de Ross es que en realidad hubo más de un Dread Pirate Roberts, y desde la organización aportan unas pruebas que, en mi opinión, no son para nada convincentes.
Por ejemplo, una de las pruebas es que DPR dio una entrevista en exclusiva a Forbes en 2013. Ahí dijo que no había creado Silk Road, que lo había hecho un antecesor. Claro que eso no prueba nada, ya que podría haber sido el propio Ross preparando la coartada como había previsto con el nombre del Pirata Roberts que se va pasando la máscara. Hay otras pruebas como que el agente Der-Yiehagaran, uno de los investigadores principales del caso no creía que hubiera un único DPR. Pero claro, hasta que punto eso es prueba de nada. Tampoco me convence lo de que una vez arrestado Ross el usuario DPR se hubiera conectado, porque podría haber sido cualquiera.
Lo que sí que me llama la atención es que Curtis Green, en una entrevista dijo que sí, que hubo múltiples DPRs, y que incluso él lo fue una vez. https://www.youtube.com/watch?v=M3sSHUuaWIg&t=3032s
Pero claro, ¿qué significa eso? ¿Qué utilizó el usuario de Dread Pirate Roberts? ¿Acaso eso lo convirtió durante ese momento en el líder de Silk Road? ¿O simplemente es un trabajador que ha utilizado ese usuario para hacer una gestión?
No sé. Ahí es donde a mí no me convence esa parte de la defensa. Es que, visto desde fuera, no me parece tan relevante. Al final, hubiera o no más DPRs, Ross fue la cabeza pensante de Silk Road, quien lo creó y quien le dio un sentido y unos ideales muy concretos.
A día de hoy, Ross Ulbircht, con 38 años, se enfrenta a su décimo año en prisión.
La sentencia de Ross es una de las más polémicas de los últimos años, y doy por sentado que este vídeo generará debate entre los defensores y los detractores. Es una historia muy compleja, yo llevo más de una semana con este tema sin parar, leyendo todo tipo de artículos y hasta ahora me resulta confuso. Así que antes de encerraros en un bando os animo a que consultéis diferentes fuentes pero que no abracéis a la ligera ni la versión oficial ni la versión de la organización sin cuestionarlo todo antes.
Y por supuesto no os quedéis solo con este vídeo porque es un resumen sesgado por lo que yo he visto.
Te conoci,por este video de Youtube, es genial, la narracion y ademas del tema, mas como ese se necesita, Felicitaciones por el Canal y el Blog